La indemnización por fallecimiento se incluye dentro de la cobertura del Seguro del Conductor, por lo que tendrás que tenerla contratada e incluida en tu póliza para que exista esa indemnización.
La compañía paga a los herederos del conductor un importe por su fallecimiento. Ese importe viene recogido en la póliza y lo eliges al contratar. Lo normal es que la indemnización por fallecimiento oscile entre los 6.000 y los 60.000 euros.