Si contratas un seguro que cubra tus daños, necesitas declarar el valor del vehículo.
Cuanto más valga el vehículo, más valdrá el recibo del seguro.
Con esto se elimina el problema de las «indemnizaciones insuficientes para vehículos antiguos».
En el caso de las lunas, exige que declares su valor ya que a lo mejor no hay en el mercado disponibles para tu vehículo y hay que hacer una especial a mano.