En el mundo de los seguros y la compensación por pérdidas, necesitas comprender dos conceptos clave: el lucro cesante y el daño emergente. Estos términos se refieren a aspectos diversos de las pérdidas financieras que una persona o entidad puede sufrir como resultado de un evento cubierto por una póliza de seguro. En este artículo, exploraremos en qué consisten el daño emergente.
¿Qué es el daño emergente?
El daño emergente se refiere a los costes o gastos adicionales que una persona o entidad incurre como resultado de un evento cubierto por un seguro. Estos costos son gastos que no se habrían producido si no hubiese sufrido dicho siniestro.
Si pensamos, por ejemplo, en un accidente de coche, lo normal es que el coche sufra daños y deba ser reparado. El coste de la reparación sería el daño emergente, ya que, si ese coche no hubiese sufrido ese accidente, no habría tenido daños ni tendría que pagarse esa factura de reparación.
Estos son, por lo tanto, gastos directos relacionados con el accidente y que no habrían ocurrido si el accidente no hubiera sucedido.
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