Al igual que piensas en los impuestos antes de comprar tu moto de segunda mano como parte del presupuesto, también deberías de hacerlo en el seguro. No hacerlo es uno de los errores más habituales al hacer el presupuesto para tu nueva máquina.
Y es que existe una gran diferencia entre lo que pagarás por el seguro de moto dependiendo de la máquina que elijas. De hecho, esto es algo que también pasa la mayoría de impuestos por la compra de una moto de segunda mano.
Además, a diferencia del precio de la moto, el seguro y los impuestos los pagarás cada año en la mayoría de los casos (existen excepciones en los tributos). Para evitar sustos, calcula aquí cuánto pagarás por el seguro de la moto que quieres comprar.
Impuestos y tasas
Una vez dispones de toda la documentación necesaria, debes ocuparte de las tasas e impuestos que conlleva la compraventa de una moto de segunda mano. Por lo general, los primeros pagos los realizará el comprador de la moto. Además, dispone de un plazo de 30 días desde la firma del contrato de compraventa de la moto para hacer frente al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que es como el IVA para las motos de segunda mano.
Por su parte, el vendedor tendrá que rendir cuentas en la declaración de la renta.
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Impuesto de Transmisiones Patrimoniales
Este es uno de los impuestos y tasas que paga el comprador de la moto de segunda mano. Es el equivalente al IVA que pagas al comprar una moto nueva, sólo que no se aplica directamente. Para que lo entiendas mejor, el IVA se suma al precio al comprar la moto, no tienes que hacer nada. Con el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales sí.
El Impuesto de Transmisiones Patrimoniales por comprar una moto de segunda mano se paga a Hacienda. Sin embargo, el tributo está gestionado por las comunidades autónomas. El porcentaje a pagar varía según la región y puede suponer entre el 4% o el 5% del valor del vehículo de media.
Tendrás que pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales sobre motos de segunda mano en un plazo máximo de 30 días hábiles desde que firmes el contrato de compraventa del vehículo. Para hacerlo deberás rellenar el modelo 620 de Hacienda en su versión autonómica.
Si has comprado la moto a un concesionario tendrás que pagar el IVA en lugar del ITP. La ventaja es que este tributo sobre motos de segunda mano se incluye en el precio, como cuando la moto es nueva. Esta excepción se aplica también cuando compras la moto a un profesional, es decir, a un albañil o un repartidor que la tiene registrada como vehículo de empresa, por ejemplo.
Tasas por el cambio de Titularidad de la Moto
El cambio de titularidad no es obligatorio. Sin embargo, es muy recomendable. Sirve para poner la moto a nombre del comprador y beneficia tanto al nuevo dueño como al anterior. El comprador se asegura que el coche es suyo a todos los efectos y evita problemas posteriores. Por su parte, el vendedor hace lo propio con cualquier multa o siniestro en el que se vea envuelta su antigua moto.
El cambio de titularidad de la moto se lleva a cabo en la Jefatura de Tráfico. En realidad se trata de una tasa y no de un impuesto (la diferencia es más técnica que práctica). Como con el anterior tributo, el pago correrá a cargo del comprador de la moto. De hecho, es el comprador quien suele ocuparse de poner la moto a su nombre. En caso de que éste no haga el cambio, el vendedor podrá informar a la DGT de la transacción rellenando el mismo documento y pagando la preceptiva tasa. Así evitará los problemas de que haya una moto circulando a su nombre sin que sea suya.
La cuantía depende del tipo de máquina. El precio para motos es de 50 euros. Los ciclomotores sólo tendrán que pagar 27 euros.
Declaración de la renta
Éste es uno de los impuestos y tasas de las motos de segunda mano que tiene que pagar el vendedor. A diferencia de los anteriores tributos por la compraventa de motos, este no siempre habrá que pagarlo.
En la declaración de la renta sólo pagarás impuestos como vendedor si has obtenido un beneficio. Si no hay ganancia, estarás exento de incluir los impuestos y tasas de la moto en la declaración de IRPF. Hacienda entiende que hay ganancia cuando el precio de venta es superior al precio de compra. Lo normal es que esto no suceda al vender una moto de segunda mano, salvo que sea una clásica.
En caso de que hayas obtenido un beneficio, deberás consignarlo en el apartado de ganancias y pérdidas patrimoniales dentro de las rentas del ahorro. Al hacerlo no podrás restar ninguno de los impuestos y tasas que hayas pagado al vender o al compra, como tampoco otros gastos (anuncios o gestoría). Si no hay beneficio, no deberías preocuparte y ni siquiera tendrás que que poner la nada sobre la moto en tu declaración de IRPF.
