En un artículo anterior te contábamos qué es el riesgo no asegurable. Se trata de aquellas situaciones en las que la materialización del riesgo produce consecuencias tan graves o de valor económico tan alto que las aseguradoras no pueden asumir dicho riesgo. En esos casos, ¿qué hacer ante un riesgo no asegurable? Se producirá cuando la aseguradora se niegue a darnos cobertura ante un determinado riesgo y deberemos buscar soluciones alternativas para proteger nuestro patrimonio.
Qué hacer ante un riesgo no asegurable
Si la aseguradora nos ha dicho que no nos hace la póliza y que, por lo tanto, no tendremos cobertura ni estaremos protegidos si se produce el riesgo que queremos asegurar, tenemos que plantearnos qué hacer ante un riesgo no asegurable. La respuesta no es única y dependerá del tipo de riesgo, tipo de póliza y otras circunstancias.
1. Seguros de vehículos
En España, por ley, todos los vehículos deben tener seguro (como mínimo a terceros). Por lo tanto, el seguro para cualquier vehículo es obligatorio por ley, aunque no se mueva ni se use nunca, siempre que no haya sido dado de baja en tráfico. Esto aplica a todos los vehículos: coches, motos, vehículos clásicos, furgonetas, autocaravanas, flotas etc.
Sin embargo, eso no quiere decir que una aseguradora esté obligada a asegurarnos nuestro vehículo. Por ejemplo, se puede negar por alta siniestralidad (si has tenido muchos accidentes), si eres joven sin experiencia y conduces un coche muy potente etc. En esos casos ¿qué hacer ante un riesgo no asegurable? La respuesta es fácil, puedes acudir al Consorcio de Compensación de Seguros. Deberás presentar dos rechazos de dos aseguradoras diferentes que te hayan negado el seguro. El Consorcio te asegurará, aunque solo a terceros, para que cumplas la obligatoriedad del seguro por ley.
2. Otros riesgos no asegurables
Otros seguros como el de salud, hogar etc. no son obligatorios por Ley. En los seguros no obligatorios, el Consorcio de Compensación de Seguros no te asegura. Eso significa que tendrás que buscar otra aseguradora que sí te cubra. Hay muchas aseguradoras y coberturas en el mercado, algunas específicas para pólizas y riesgos muy concretos. Si te planteas qué hacer ante un riesgo no asegurable de este tipo, lo mejor es que amplíes tu búsqueda para ver si hay alguna aseguradora que cubra tu riesgo, aunque otras ya te hayan dicho que no.
Si no encuentres ninguna aseguradora que cubra tu riesgo (hay riesgos no asegurables que no cubre nadie), no te quedará otra que vivir sin asegurar ese riesgo. Ten en cuenta que en caso de que tengas un siniestro en el que se materialice ese riesgo, no tendrás cobertura y deberás pagar los gastos de tu propio bolsillo. Por ello, en este tipo de casos la respuesta a qué hacer ante un riesgo no asegurable es que hagas todo lo que esté en tu mano para intentar evitar que el riesgo no asegurable se transforme en una realidad.
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