¿Un coche más potente equivale a un coche más caro de asegurar? La potencia es uno de los factores más determinantes en cualquier vehículo, no sólo en los coches. Se tiene en cuenta para el cálculo de impuestos y también es uno de los elementos que influyen en el precio del seguro.
En realidad, lo que la aseguradora tiene en cuenta para establecer el precio del seguro de coche es el modelo concreto y sis características según figuran en la ficha técnica. Dentro de las mismas la potencia, medida como el número de caballos o CV, es una de las más importantes.
En la ficha técnica del coche en el margen derecho se puede ver un campo denominado «Potencial Fiscal Real» y expresado de la siguiente forma 11.28/56. A partir de esta cifra se puede calcular el número de caballos reales de forma sencilla. Bastará con multiplicar el número que aparece en segundo lugar por 1,36. Así verás que en este caso se trata de un coche con 76 caballos de potencia.
En términos generales, cuanto mayor sea la potencia del vehículo, más caro será el precio del seguro, algo que también ocurre por ejemplo con los modelos de gama más alta y que incluyen más accesorios. Para ellos también es más caro el seguro, como para los vehículos con más puertas o con un número de pasajeros mayor
Por a poco, el precio del seguro de coche cambia en función de la potencia del vehículo, de forma que los que más caballos tienen son también más caros de asegurar.
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La potencia también cuenta para los impuestos
La potencia no sólo importa para fijar el precio del seguro, también es clave en otros apartados como el pago de impuestos. De hecho, el Impuesto de Circulación tiene en la potencia y clase del vehículo a la hora de fijar la tasa a pagar.
Sin embargo, debes recordar que el Impuesto de Circulación está cedido a las comunidades autónomas y que éstas pueden hacer variaciones sobre la tabla general y de hecho es lo que la mayoría hace.
En el caso del impuesto de matriculación no pagarás por los caballos y la potencia de tu coche, sino por las emisiones de CO2 y en este punto la potencia también juega un papel determinante. Como ocurre con el seguro, cuanta más potencia, más contaminación en términos general y también un desembolso mayor a la hora de matricular el coche.