En instalaciones fotovoltaicas vinculadas a una actividad económica (por ejemplo, en naves industriales, comercios o sedes de empresa), el seguro de los paneles se considera un gasto deducible si se factura de forma independiente y no como parte del seguro del edificio.
Esto permite:
-
Optimizar el IRPF o el Impuesto de Sociedades
-
Separar claramente las coberturas de daño eléctrico o pérdida de producción
-
Ajustar mejor el capital asegurado según la amortización real de la instalación
Si tienes paneles solares en tu negocio, revisa si estás asegurándolos bien… ¡podrías estar dejando dinero sobre la mesa!
¿Y en la instalación de tu casa?
Lamentablemente no, a menos que seas autónomo y sea tu oficina, aunque en ese caso el gasto deducible también es mucho más pequeño.