En el mundo de los seguros, el término daños indirectos se refiere a aquellas pérdidas económicas o perjuicios que no son consecuencia inmediata y directa de un siniestro, sino que derivan de sus efectos colaterales. Estos daños, aunque no siempre visibles a simple vista, pueden tener un impacto significativo en la estabilidad financiera del asegurado.
Qué son los daños indirectos
Un daño indirecto es una pérdida que no ocurre como resultado directo de un evento asegurado, sino como una consecuencia secundaria. Este tipo de daño suele estar relacionado con la interrupción de actividades, gastos adicionales o disminución de ingresos (lucro cesante) debido a un siniestro.
Por ejemplo, si un incendio daña una tienda, el daño directo sería la destrucción del edificio y la mercancía. El daño indirecto podría ser la pérdida de ingresos por no poder operar mientras se realizan las reparaciones.
Diferencias entre daños directos y daños indirectos
Características | Daños Directos | Daños Indirectos |
---|---|---|
Causa | Resultado inmediato del siniestro | Consecuencia secundaria del siniestro |
Ejemplo | Daño físico al bien asegurado | Pérdida de ingresos por interrupción |
Cobertura estándar | Generalmente incluida en la póliza | Puede requerir coberturas adicionales |
Cobertura de los daños indirectos en el seguro
Los daños indirectos no siempre están cubiertos por las pólizas básicas. En muchos casos, es necesario contratar coberturas adicionales o específicas, dependiendo del tipo de seguro y las necesidades del asegurado.
1. Seguro de hogar
Si una inundación hace que la vivienda sea inhabitable durante un tiempo, la aseguradora no tiene por qué cubrir los gastos por alojamiento temporal, ya que esta es una cobertura que se puede añadir a las coberturas del seguro de hogar. Solo lo cubrirá si nuestra póliza la tiene contratada.
2. Seguro de coche
Si tenemos un accidente y nuestro coche queda dañado, de manera que nos quedemos sin coche por ejemplo para trasladarnos a nuestro trabajo cada día, tampoco la aseguradora deberá cubrir esos gastos. Solo lo hará si nuestro seguro de coche tiene incluida la cobertura de vehículo de sustitución, que es de contratación opcional.
Valoración de los daños indirectos
La valoración de los daños indirectos puede ser compleja, ya que depende de factores como:
1. Duración de la interrupción
Tiempo necesario para reparar los daños o restaurar la actividad.
2. Pérdida de ingresos
Basada en registros históricos de facturación o ingresos esperados.
3. Gastos adicionales
Costes incurridos para minimizar el impacto del siniestro, como alquiler de equipos o espacios alternativos.
Es importante revisar cuidadosamente la póliza para entender qué daños indirectos están cubiertos y cuáles no. Algunas exclusiones comunes incluyen:
- Pérdidas debidas a actos de negligencia del asegurado.
- Perjuicios relacionados con multas o penalizaciones contractuales.
- Daños indirectos derivados de eventos no asegurados en la póliza.
En definitiva, los daños indirectos representan un riesgo significativo para las personas y las empresas, ya que pueden extender el impacto de un siniestro mucho más allá de los daños físicos iniciales. Contar con una cobertura adecuada para estos perjuicios no solo aporta tranquilidad, sino que también protege la estabilidad financiera del asegurado frente a situaciones imprevistas.
En el ámbito del seguro, comprender y planificar la protección contra daños indirectos es esencial para asegurar una recuperación completa ante cualquier adversidad.
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