Todos los operadores económicos se ven expuestos a riesgos y las pymes lógicamente también. Los riesgos en las empresas pueden ser altos pero sobre todo se trata de muchos riesgos diferentes: el económico, el fortuito… pequeños incidentes no previstos pueden alterar sus recursos y sus estrategias, de manera que les impidan llegar a sus objetivos.
Por ello, es importante la gestión integral de riesgos en la empresa y, además, contar con buenos seguros que nos protejan. En esta guía te contamos todo lo que debes saber para gestionar bien los riesgos de tu empresa y blindarte con un buen seguro.
Los riesgos en las empresas y pymes
Una pyme es una empresa de pequeña o mediana dimensión, que ocupa a un número limitado de trabajadores (en el caso de las pequeñas empresas por debajo de 50 empleados y en las medianas por debajo de 250 empleados). Las pymes en España tienen muchas cualidades como la perseverancia y la innovación, promoviendo la competitividad y el empleo. El concepto pyme es muy importante en nuestro país porque la mayoría de las empresas en España son de tamaño pequeño y mediano (99,3%).
Los riesgos en las empresas son una constante con la que debemos vivir. El riesgo es la posibilidad de que se produzca un contratiempo o perjuicio sobre las personas o los bienes (cosas).
Sin riesgos, no hay beneficio. El beneficio lo podemos definir como el premio logrado al satisfacer las necesidades de los consumidores sorteando los riesgos inherentes a la actividad empresarial.
Existen diversos tipos de riesgos en las empresas:
1. Riesgo de negocio
Son los riesgos relacionados directamente con las decisiones empresariales: lanzar un nuevo producto, iniciar una actividad, alquilar un local, contratar más personal… La toma de decisiones pueden llevar a consecuencias desconocidas e inciertas. Si el negocio no sale como habíamos previsto y no alcanzamos los resultados propuestos, podemos tener problemas económicos serios.
2. Riesgos accidentales
Son riesgos que no dependen de nuestro celo o nuestras decisiones. La incertidumbre ante un hecho termina con consecuencias negativas. También se llaman riesgos puros y, desgraciadamente, siempre conllevan pérdidas. Los riesgos accidentales o puros son, por ejemplo, el incendio, la inundación, el robo etc.
Desconocer un riesgo o no gestionarlo puede poner en peligro la existencia de la propia empresa. Por eso, resulta fundamental el control de riesgos para proteger los elementos y recursos de la empresa contra los daños y pérdidas de un hecho accidental.
El proceso de control de los riesgos en las empresas
Para tener un buen control de los riesgos en las empresas se deben seguir estos cuatro pasos:
1. Identificación del riesgo
Se trata de identificar todos los riesgos en las empresas, las posibles fuentes de peligro y los activos o sujetos que podrían verse afectados en un siniestro. Para ello, debemos conocer en profundidad la empresa, su entorno y los riesgos a los que se enfrenta.
2. Evaluación
Una vez que conocemos los riesgos, debemos estimar sus consecuencias así como las pérdidas que podría causar un siniestro determinado.
3. Eliminación o reducción de riesgos
En este punto, tras haber identificado los riesgos y evaluado las consecuencias, se pueden dar tres respuestas:
- El riesgo es intolerable y debe eliminarse la fuente de peligro.
- El riesgo es elevado y debe reducirse aplicando medidas de seguridad para reducir el impacto del riesgo. Dichas medidas intervienen sobre la intensidad, la frecuencia o ambos.
- El riesgo es bajo, no merece la pena aplicar medidas preventivas.
4. Evolución y mejora
La gerencia de los riesgos en las empresas es un proceso continuo en constante evolución y mejora. Debe adaptarse al entorno cambiante en el que vivimos.
El seguro ayuda a minimizar los riesgos
Algunos riesgos inherentes a la actividad o a las propia realidad, pueden ser minimizados contratando un buen seguro para empresa. En inXur somos especialistas en seguros y tenemos la póliza que necesitas. Consulta nuestros seguros para empresas.