En nuestros artículos anteriores sobre leasing y renting te hablamos de las características y puntos importantes de cada una de estas dos figuras de arrendamiento de activos. Entenderlas bien puede ayudarte a elegir la opción más adecuada según tus necesidades y objetivos financieros. Por eso, hemos decidido ampliar la información y compartir contigo este artículo sobre las diferencias entre leasing y renting, para que no te quede ninguna duda.
Diferencias entre leasing y renting
Las principales diferencias entre leasing y renting son las siguientes:
1. Duración del contrato
Los contratos de leasing suelen ser más largos y pueden cubrir la mayor parte de la vida útil del activo. En el caso del leasing financiero, la duración suele ser comparable a la vida útil del bien. Además, los contratos de leasing pueden ser modificables y el arrendatario puede optar por renovar o extender el contrato según sus necesidades.
Por su parte, los contratos de renting normalmente son más cortos, entre 2 y 5 años. La duración está diseñada para cubrir el período durante el cual el activo es utilizado y puede ser más flexible en comparación con el leasing. Además, los contratos de renting son de media más flexibles, con opciones para actualizar el activo más frecuentemente.
2. Propiedad del activo
En el leasing, el arrendador mantiene la propiedad del activo durante todo el contrato. En el leasing financiero, el arrendatario asume los riesgos y beneficios asociados con la propiedad del activo. Al final del contrato de leasing financiero, el arrendatario suele tener la opción de comprar el activo a un valor residual.
Por su parte, en el renting, el activo sigue siendo propiedad del arrendador durante el contrato. El arrendatario solo tiene el derecho de uso del bien. Al finalizar el contrato de renting, el arrendatario devuelve el activo al arrendador. No hay opción de compra.
3. Opción de compra
La opción de compra es una de las principales diferencias entre leasing y renting; para ser más concretos, entre el leasing financiero y el renting. En el leasing financiero, se ofrece una opción de compra al final del contrato. El arrendatario puede adquirir el activo por un valor residual previamente acordado. En el leasing operativo, generalmente no se incluye esta opción de compra.
En el caso del renting, no se incluye la opción de compra.
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4. Servicios incluidos
En el leasing, los servicios adicionales como mantenimiento, seguro y asistencia no siempre están incluidos. Estos servicios pueden ser gestionados por separado o negociados aparte. El arrendatario generalmente es responsable del mantenimiento y otros costos asociados con el activo.
El renting a menudo incluye una amplia gama de servicios como mantenimiento, reparaciones, seguro y asistencia en carretera, lo que reduce la carga administrativa para el arrendatario y favorece el control de costes. Los contratos de renting suelen ofrecer una solución integral para el uso del activo.
Para que entiendas bien la diferencia entre leasing y renting respecto a los servicios: Por ejemplo, si haces un contrato de leasing sobre un coche, lo normal es que tengas que buscarte el seguro para el coche, gestionar y hacerte cargo del mantenimiento y las revisiones en el taller etc. Sin embargo, si por el contrario contratas un renting de un coche, normalmente todos esos servicios están incluidos. Por ello, el precio del renting puede ser más alto pero sabrás de antemano los costes a los que debes enfrentarte y te despreocupas de gestionar todos esos servicios.
5. Costes y pagos
Los pagos en un contrato de leasing pueden variar según el tipo de leasing y la duración del contrato. Los pagos suelen ser más bajos en el leasing operativo.
El coste total puede ser mayor en el leasing financiero si se opta por comprar el activo al final del contrato.
En el renting, los pagos son fijos y generalmente incluyen todos los costes asociados, como mantenimiento y seguro. El renting puede tener un coste total más alto a lo largo del tiempo debido a la inclusión de servicios adicionales.
6. Flexibilidad
El leasing es adecuado para activos que se utilizan a largo plazo y que pueden ser comprados al final del contrato, como maquinaria industrial, equipos médicos o vehículos comerciales. Los contratos de leasing son menos flexible en términos de actualización del activo, especialmente en el leasing financiero.
El renting es la fórmula más utilizada para activos que necesitan ser actualizados con frecuencia, como vehículos de empresa o equipos tecnológicos. Ofrece mayor flexibilidad para cambiar el activo al final del contrato y adaptarse a nuevas necesidades.
En definitiva, leasing y renting son dos formas de arrendamiento que ofrecen diferentes beneficios y características. Ahora ya conoces las principales diferencias entre leasing y renting y si te estás preguntando cuál es mejor de los dos, te animamos a que leas este artículo que hemos preparado para ti.
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